Hay que cambiar la mentalidad de los maestros, para mejorar la educación
David Perkins es toda una autoridad en educación, y está convencido que una buena enseñanza es más que transmitir información.
Artículo tomado de la revista SEMANA.COM:
“Hay que cambiar la mentalidad de los
maestros”
En 1967, un grupo de profesores y
estudiantes de la Escuela de Posgrados de Educación de la Universidad de
Harvard, liderados por el filósofo Nelson Goodman, se reunieron para
reflexionar sobre el talento de los maestros y en general el estado actual de
la educación. Goodman creía que el estudio de las artes debería estudiarse como
una actividad formal pero que no se había hecho nada en ese campo. Así nació el
‘Proyecto Cero’ cuyo nombre obedece al estado de la investigación en el campo
por esa época.
El joven David Perkins, en ese entonces
de 25 años, se convirtió junto a Howard Gardner en codirector del proyecto.
Perkins, quien es doctor en matemáticas e inteligencia artificial del Instituto
de Tecnología de Massachusetts, estuvo en este cargo durante 33 años.
Actualmente es director honorario e investigador permanente del Proyecto Cero,
y una de las autoridades más respetadas en educación en el mundo.
SEMANA EDUCACIÓN: ¿Qué papel juega la
tecnología en la educación?
David Perkins: Es una pregunta que me alegra escuchar. Los nuevos medios y la
tecnología generan mucha emoción entre profesores y alumnos, y eso es bueno.
Sin embargo, preguntarse si la tecnología va en favor o en contra de la calidad
educativa nos pone frente a una cuestión fundamental: ¿de qué usos de los
nuevos medios y la tecnología estamos hablando?
Yo me refiero a la tecnología como una ‘arcilla cognitiva’ que puede
moldearse en un sinnúmero de formas. Esta tecnología respalda los aprendizajes
de pensamiento innovador. También pueden ser muy eficientes para apoyar trabajos de ensayo y error y para explorar temas difíciles. Pero también funcionan como súper enciclopedias, de las que usualmente
los estudiantes copian y pegan información en sus tareas.
Teniendo esto en mente, la contribución
más importante de la tecnología es que reabre la pregunta de cómo funcionarían
mejor los procesos de enseñanza y aprendizaje con un nuevo sentido de emoción y
nuevas posibilidades.
S.E: ¿Qué tipos de instituciones se
necesitan?
D.P: Hace
algunos años escribí un libro llamado Colegios
Inteligentes: de entrenar la memoria hacia educar
las mentes. El gran mensaje estaba en el título: la educación en su forma más
tradicional se enfoca en cultivar el conocimiento de memoria y las rutinas
eficientes. Y eso está bien, pero el mundo de hoy pide mucho más de los
educadores actuales.
Ellos necesitan volverse navegantes
ligeros en un mundo complejo, necesitan tanto entendimiento como información.
Los maestros necesitan un pensamiento flexible junto con habilidades que les
permitan desarrollar rutinas eficientes. Un colegio inteligente es uno que está
comprometido con estas metas y las persigue eficientemente.
S.E: ¿Cómo tienen que cambiar los
maestros para que se transforme la educación?
D.P: Muchos
educadores ya lo han dicho y lo van a continuar diciendo: el cambio principal
que hay que hacer es el de mentalidad. Los docentes deben pasar de ser solo
quienes entregan la información a ser facilitadores
del aprendizaje.
Desde el punto de vista más
tradicional, los maestros son quienes poseen el conocimiento. Cuando ellos
comparten este conocimiento con sus estudiantes esto se llama el modelo de
transmisión.
Sin embargo, hacer las veces de fuente
de información es apenas un aspecto de la función de los profesores, porque
aprender es más que recibir información. Así las cosas la enseñanza debe ser
mucho más que transmitir información y comprobar que ha sido recibida. Los profesores que facilitan el aprendizaje hacen mucho más: motivan,
guían, inspiran, provocan, diagnostican dificultades y apoyan a los aprendices
para que trabajen en lo que más se les dificulte.
S.E: Ya que hablamos de inspiración,
¿los maestros logran motivar a los estudiantes?
D.P:Las
investigaciones muestran que el compromiso con el aprendizaje de los niños
debería ser una característica fundamental en los profesores. La mayoría de
quienes se convierten en docentes no lo hacen por la recompensa práctica, pero
sí por el valor que tiene ayudar a los niños a aprender.
Tristemente, los estudios también
muestran que en la educación tradicional los niños pierden motivación a medida
que avanzan en el colegio. A pesar del compromiso de la mayoría de los
profesores, la estructura convencional de la escuela tiende a aburrir a los
estudiantes. No solo es la rutina que pone un gran énfasis a la evaluación, es también el contenido que se dicta más por tradición que por
relevancia, esto aburre a los estudiantes.
Los maestros tienen la oportunidad de
cambiar esta tendencia si adoptan roles más flexibles, como los del
facilitador. Aún sino pueden cambiar el contenido, pueden motivar a los
estudiantes si cambian la forma en la que se enseña, y esto puede hacer una
gran diferencia en la manera en la que los aprendices perciben la relevancia y
atractivo de estos temas.
COMENTARIO:
La metáfora de arcilla cognitiva, resulta de gran importancia para entender las TICS: los procesos de simulación, por ejemplo, se asocian a este concepto. Las TICS permiten "manipular" los conceptos e ideas de las diferentes ciencias. De esta manera las TICS resultan ser un "material" moldeable por el usuario para acceder a la comprensión de los objetos de estudio.
El ensayo y error tienen en las TICS, el escenario apropiado para mostrar su valor didáctico. Todos hemos experimentado el uso del ensayo y error en el manejo de diferentes aplicaciones en el computador, a tal punto que se dice aprender por CACHARREO. La mayor fortaleza de las TICS, posiblemente está en esta característica.
!Nos vemos estimados lectores!
En 1967, un grupo de profesores y
estudiantes de la Escuela de Posgrados de Educación de la Universidad de
Harvard, liderados por el filósofo Nelson Goodman, se reunieron para
reflexionar sobre el talento de los maestros y en general el estado actual de
la educación. Goodman creía que el estudio de las artes debería estudiarse como
una actividad formal pero que no se había hecho nada en ese campo. Así nació el
‘Proyecto Cero’ cuyo nombre obedece al estado de la investigación en el campo
por esa época.
El joven David Perkins, en ese entonces
de 25 años, se convirtió junto a Howard Gardner en codirector del proyecto.
Perkins, quien es doctor en matemáticas e inteligencia artificial del Instituto
de Tecnología de Massachusetts, estuvo en este cargo durante 33 años.
Actualmente es director honorario e investigador permanente del Proyecto Cero,
y una de las autoridades más respetadas en educación en el mundo.
SEMANA EDUCACIÓN: ¿Qué papel juega la
tecnología en la educación?
David Perkins: Es una pregunta que me alegra escuchar. Los nuevos medios y la
tecnología generan mucha emoción entre profesores y alumnos, y eso es bueno.
Sin embargo, preguntarse si la tecnología va en favor o en contra de la calidad
educativa nos pone frente a una cuestión fundamental: ¿de qué usos de los
nuevos medios y la tecnología estamos hablando?
Yo me refiero a la tecnología como una ‘arcilla cognitiva’ que puede
moldearse en un sinnúmero de formas. Esta tecnología respalda los aprendizajes
de pensamiento innovador. También pueden ser muy eficientes para apoyar trabajos de ensayo y error y para explorar temas difíciles. Pero también funcionan como súper enciclopedias, de las que usualmente
los estudiantes copian y pegan información en sus tareas.
Teniendo esto en mente, la contribución
más importante de la tecnología es que reabre la pregunta de cómo funcionarían
mejor los procesos de enseñanza y aprendizaje con un nuevo sentido de emoción y
nuevas posibilidades.
S.E: ¿Qué tipos de instituciones se
necesitan?
D.P: Hace
algunos años escribí un libro llamado Colegios
Inteligentes: de entrenar la memoria hacia educar
las mentes. El gran mensaje estaba en el título: la educación en su forma más
tradicional se enfoca en cultivar el conocimiento de memoria y las rutinas
eficientes. Y eso está bien, pero el mundo de hoy pide mucho más de los
educadores actuales.
Ellos necesitan volverse navegantes
ligeros en un mundo complejo, necesitan tanto entendimiento como información.
Los maestros necesitan un pensamiento flexible junto con habilidades que les
permitan desarrollar rutinas eficientes. Un colegio inteligente es uno que está
comprometido con estas metas y las persigue eficientemente.
S.E: ¿Cómo tienen que cambiar los
maestros para que se transforme la educación?
D.P: Muchos
educadores ya lo han dicho y lo van a continuar diciendo: el cambio principal
que hay que hacer es el de mentalidad. Los docentes deben pasar de ser solo
quienes entregan la información a ser facilitadores
del aprendizaje.
Desde el punto de vista más
tradicional, los maestros son quienes poseen el conocimiento. Cuando ellos
comparten este conocimiento con sus estudiantes esto se llama el modelo de
transmisión.
Sin embargo, hacer las veces de fuente
de información es apenas un aspecto de la función de los profesores, porque
aprender es más que recibir información. Así las cosas la enseñanza debe ser
mucho más que transmitir información y comprobar que ha sido recibida. Los profesores que facilitan el aprendizaje hacen mucho más: motivan,
guían, inspiran, provocan, diagnostican dificultades y apoyan a los aprendices
para que trabajen en lo que más se les dificulte.
S.E: Ya que hablamos de inspiración,
¿los maestros logran motivar a los estudiantes?
D.P:Las
investigaciones muestran que el compromiso con el aprendizaje de los niños
debería ser una característica fundamental en los profesores. La mayoría de
quienes se convierten en docentes no lo hacen por la recompensa práctica, pero
sí por el valor que tiene ayudar a los niños a aprender.
Tristemente, los estudios también
muestran que en la educación tradicional los niños pierden motivación a medida
que avanzan en el colegio. A pesar del compromiso de la mayoría de los
profesores, la estructura convencional de la escuela tiende a aburrir a los
estudiantes. No solo es la rutina que pone un gran énfasis a la evaluación, es también el contenido que se dicta más por tradición que por
relevancia, esto aburre a los estudiantes.
Los maestros tienen la oportunidad de
cambiar esta tendencia si adoptan roles más flexibles, como los del
facilitador. Aún sino pueden cambiar el contenido, pueden motivar a los
estudiantes si cambian la forma en la que se enseña, y esto puede hacer una
gran diferencia en la manera en la que los aprendices perciben la relevancia y
atractivo de estos temas.
COMENTARIO:
La metáfora de arcilla cognitiva, resulta de gran importancia para entender las TICS: los procesos de simulación, por ejemplo, se asocian a este concepto. Las TICS permiten "manipular" los conceptos e ideas de las diferentes ciencias. De esta manera las TICS resultan ser un "material" moldeable por el usuario para acceder a la comprensión de los objetos de estudio.
El ensayo y error tienen en las TICS, el escenario apropiado para mostrar su valor didáctico. Todos hemos experimentado el uso del ensayo y error en el manejo de diferentes aplicaciones en el computador, a tal punto que se dice aprender por CACHARREO. La mayor fortaleza de las TICS, posiblemente está en esta característica.
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